¿La sabiduría nos hace más ignorantes?

•noviembre 6, 2007 • 5 comentarios

Patético.
Un comentario que escuché por accidente mientras caminaba rumbo a mi casa y que me puso a reflexionar.
Quizás sea porque mientras más conocemos, más preguntas (sin respuesta) nos hacemos; o quizás porque llena un pequeño vacío dentro de nosotros y lo hacemos más grande de lo que es (ego).  

¿Sería ésta la justificación de un ignorante que no quiere saber más?

¿Tú que piensas?

El precio de la paz

•octubre 30, 2007 • 2 comentarios

Se han librado ya bastantes guerras como para que de una vez entendiéramos que la paz no se consigue en ninguna ideología, en ninguna posesión y en ninguna otra vida.
Millones de personas a lo largo de la historia han muerto tratando de alcanzar un sueño que consideraron el sino de sus vidas, cuando tan sólo era uno de tantos de sus caprichos provocado por una insatisfacción interior que les hizo buscar una causa noble y justa para entregar sus demacradas vidas al precio de una paz que lograrían sólo en la muerte.

El mejor ejemplo que se me ocurre en este momento es el de Ernesto «El Che» Guevara, un hombre que hasta George Bush admiró en sus años de rebeldía, y un hombre que ciertamente es admirado y venerado por el coraje con que sostuvo sus ideales de una sociedad equitativa y verdaderamente libre.

Una lucha verdaderamente humanística, pero el precio que tuvo que pagar fuera cual fuera el resultado de su lucha fué el de su vida; quizás esto representaba la paz para este hombre,
pero estoy seguro que él tenía -aunque fuera inconscientemente-, mejores planes que morir.

¿Qué es lo que pasa?. Que estamos todos dispuestos a dar lo que sea por obtener paz, incluso nuestras vidas, y más todavía, una vida en guerra.
Nos dijeron que luchemos a muerte por lograr nuestros objetivos, pero desgraciadamente no nos enseñaron a elegir nuestros sueños, y en consecuencia millares de vidas se pierden a diario en una batalla cuya trayectoria es dolorosa y cuyo fin es trágico, absurdo e inevitable.

¿Por qué?. Porque creemos que si damos mucho, obtenemos mucho; si damos sufrimiento, obtendremos felicidad a cambio; he aquí la razón por la que las personas somos expertas en hacernos las víctimas o los mártires, porque preferimos comprensión por parte de los demás que el aprendizaje por nuestros errores. Aquí el precio de la paz es el aprendizaje, ciertamente es mucho mejor y más cómodo.

Para empezar, no hay nadie a quien le podamos canjear lágrimas por sonrisas, heridas por abrazos, municiones por paz… No existe la justicia en este mundo, existen los castigos, el aprendizaje y nada más.
Nunca nadie le puso precio a nuestra paz, mas que nosotros mismos en un mal día, en un mal momento en que confundimos al amor con la paz, y al sufrimiento con falta de amor.

«El amor no es mas que paz compartida».

El Reggaetón,…¿música?

•junio 3, 2007 • 5 comentarios

Tristemente lo es, ya que cumple con las reglas básicas de una composición, pero si nos adentramos en el tema nos damos cuenta que tan sólo es contaminación acústica. 

Para empezar, me parece más cómodo el escuchar el ruido del tráfico en el periférico ya que al menos sus ruidos varían (camión, coche sin mofle, motocicleta, camión, claxon, mentada de madre con claxon,…) ¡pero el reggaetón tiene un sólo maldito ritmo! e irritantes cholos que no pronuncian bien ni el inglés ni el español y lo mezclan de la forma más irritante posible (sin mencionar su precario léxico). Y como ejemplo les tengo un fragmento de uno de los versos épicos de don Omar «Calm My Nerves». 

  • Esa baila y besa encima e’ una mesa…

  • Y en una bola, vuelta tu cabeza….

  • Daria todo por su beso e’ fresa…

  • Y si su cuerpo lo confiesa le brindo cerveza…

  • Baila como diosa sobre la luna…

  • Un beso y ya sigo con la tortura…

  • Una pastilla en perfecta cintura….

  • Ella es una loba que me cura tortura.

Si eres reguetonero y me sales con que «don Omar es una basura» con gusto te demostraré que no es el único.

Ahora, cabe mencionar que ni siquiera son ingeniosas las rimas de estos opulentos poetas: mesa, cabeza, fresa, cerveza, tortura, cintura, tortura de nuevo…Clap clap clap, me sacó una lágrima…de risa. No se esfuercen demasiado, ni siquiera son mejores que los narco-corridos. Pobres diablos. 

Pasando a un análisis más crítico del reggaetón, nos damos cuenta que induce a una cultura morbosa, banal y sin el menor respeto por la siempre acomplejada mujer, que primero le dijeron que debía ser tratada como una princesa y ahora como una arpía sin sentimientos y sin cerebro; si creen, reggaetoneros, que esto a los hombres nos facilita el cortejo están p…. equivocados, pues los únicos sin cerebro y sentimientos son ustedes, ya que no tienen la menor gracia para tratar a una mujer, (y mujeres reggaetoneras, ni hablar)….es por eso que requieren de un lugar donde no se pueda conversar (por el exceso de ruido), donde halla alcohol que les ayude a desinhibirse (por que ni eso pueden por sí solos) y un lugar donde la razón humana sea lo menos importante y predominen el arreglo personal (esto incluye lentes de mosca para cubrir sus miradas carentes de personalidad) y un celular por supuesto (para cuando te dejen solito no piensen que eres un «solo, antisocial»). 

Para concluir este asunto, dejo en claro a los lectores que mi única intención de emplear un tanto de mi tiempo en escribir esto ha sido divertirme y salir a la calle con un buen sabor de boca; además de compartir mi opinión sobre un género tan odiado y amado como este, con mi buen público que espero me dejen su comentario sea cual sea. Buen día.

Un poco sobre mí…

•marzo 6, 2007 • 1 comentario

Mi nombre es Alberto Becerra, tengo 19 años, mis aficiones son la música, la fotografía, comer, dormir y las armas medievales; también de vez en cuando leo y escribo.

Actualmente estudio en el UNITEC (Universidad Tecnológica de México) la carrera de Diseño Gráfico, más que nada porque me gusta la comunicación visual y sobre todo poder expresar lo que tengo adentro en unas cuantas imágenes. En este blog me esforzaré por hacerlo mediante palabras y de vez en cuando meteré una que otra fotografía.

No suelo escribir seguido así que tardaré bastante en publicar, pero cuando lo haga haré lo posible por tener algo bueno qué ofrecerles y les agradeceré mucho que de vez en cuando se den una vuelta por acá y que dejen su comentario. Gracias.

Ámate…

•marzo 6, 2007 • 6 comentarios

Ama a tí mismo antes de amar a alguien más, ama a tu ser más que cualquier otra cosa en el mundo, y por lo tanto si ofreces a alguien un poco de tí lo amarás también, pero no dependerás de ello.

Lo que necesitas lo tienes dentro de tí, y el amor a otra persona es complementario mas nunca pasa de necesario, y si llegaras a amar más a otra persona más que a tu propia vida estarías entregándole tu esencia, tu ser, porque crees no tener otra cosa mejor qué ofrecerle.

Explora tu interior, conócete en tu soledad y en la compañía, descubre  tu infinita esencia y ámala, y no la entregues a nadie porque nadie más la amaría como tú.

Dentro del corazón hay un círculo grande, y un par de otros pequeños, dentro del círculo grande está lo que depende una persona emocionalmente, puede estar formada por el amor a tu pareja, tus amigos, familia, etc.., pero si los quitamos qué nos queda realmente?…ahora, si en el círculo grande está el amor a tí mismo, siempre te acompañará y nunca dependerás de nadie, ni te afectará a grandes rasgos la pérdida de alguno de ellos. En los círculos pequeños estarán el amor a tu pareja, tus amigos y tu familia. Suena frío para los demás pero es cálido para uno mismo.

La vida es tan sólo una coincidencia, darle sentido es todo un gran reto, y darle tu propio sentido es todo una hazaña. Piensa diferente, y para hacerlo tienes que conocer un poco de eso tan triste, tan poco saludable que la sociedad cataloga como «soledad», pero recuerda que no estás vacío, que tienes todo un interior, una gran persona de la que muchos nos hemos olvidado, pero que siempre estará con nosotros aunque pasemos la vida sin haber
sabido de lo que pudo ser capaz.
Con esto finalizo este primer artículo que espero les haya gustado y puesto a reflexionar un poco sobre la indiferencia en la que vivimos realmente.  …Y como me dijo una vez un gran amigo: «si has de cambiar el mundo empieza desde hoy».

Si quieres respeto, respétate.
Si quieres sinceridad, no te mientas.
Si quieres lealtad, no te traiciones.
Si quieres confiar, no te defraudes.
Si quieres amar, ámate.
Y si quieres un consejo, sigue el tuyo.